El público de Vanesa Martin tiene muy definido su perfil demográfico. A la cantante española la siguen mayoritariamente mujeres, según quedó demostrado la noche del jueves 13 de octubre durante el primer concierto que la española ofreció en Costa Rica.
El Teatro Popular Melico Salazar fue el escenario para que Martin debutara en nuestro país y el recinto tuvo voz de mujer durante las dos horas del concierto. Fue impactante ver cómo su audiencia ama a la cantautora con una pasión que se desbordó desde que ella puso un pie en el escenario. Muchas veces hemos presenciado conciertos en el teatro josefino, pero pocos con la reacción que se vivió esa noche.
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En unos papelitos distribuidos en los asientos del teatro se le indicó al público que estaba prohibido sentarse. Por el contrario, se le instó a bailar, a cantar y a gozar cada minuto... y así fue.
Apenas Vanesa arribó a escena la ovación fue ensordecedora. Gritos, aplausos, lágrimas, propuestas de matrimonio y uno que otro piropo bien fuerte fueron parte de la bienvenida. A ella la sorprendió la reacción y el calor de las ticas. ¡Qué público tan efusivo!
Martin desborda sensualidad en el escenario, pero una que no necesita de escotes pronunciados ni de movimientos en extremo provocativos, no. La presencia y la voz de la cantante son suficientes para encender cualquier escenario, para darle calor, para teñir el concierto con un grado de erotismo apenas justo. Vanesa lo sabe y le saca provecho con guiños muy sutiles y con un espectacular talento vocal.
“¡Qué locura es esto! ¡Qué maravilla!”, fueron las frases que alcanzó a expresar Vanesa sorprendida por el recibimiento. Parece como si no podía creer que Costa Rica, un país al que admira y ama, al que viene varias veces de vacaciones para escaparse del trabajo, al que primera vez llega a cantar, le demostrara tanto cariño y tanta pasión.
“Este país me hechizó desde el primer momento. Vengo a entregarles mi pasión, que es lo mínimo que puedo hacer”, dijo y lo cumplió.
Con esa manera de cantar que solo tienen los españoles, Vanesa encantó. Hizo prácticamente lo que le dio la gana con su voz, incluso hubo momentos en que el micrófono no fue necesario y aún así las notas vocales resonaron en todo el teatro.
Fue un concierto potente, de esos a los que, por supuesto se llega a cantar, pero también a escuchar con atención cada sonido de los instrumentos en escena, cada palabra que interpretó Vanesa. Hubo espacio para gritar a más no poder, pero también momentos en los que -de la impresión- no se podía más que estar en silencio.
Nota aparte: Lástima algunas personas que parece que no fueron al show para disfrutarlo y que más bien se la pasaron hablando casi toda la noche. Se comportó mucho mejor el bebé de brazos que estaba en el sector de luneta.
Las canciones
El repertorio de Vanesa Martin es amplio y muy variado, pero para su debut en Costa Rica la cantautora hizo una selección de piezas muy fuertes, de despecho y amor. Sabía que tenía que dejar huella, marcar un hito para volver.
Inventas, Llueven las luces, Te has perdido quién soy, Hablas, Complicidad, De tus ojos y Si pudieras fueron parte de la lista de temas que interpretó en la primera parte del recital. El público las agradeció poniéndose de pie, saltando, cantando a todo pulmón. También hubo muestras de amor entre muchas de las parejas presentes: el amor no tuvo reparo, ni pena, ni límites; fue libre a sus anchas.
Un momento muy especial de la noche fue cuando Martin presentó Imán, una pieza nueva que estará en su próximo álbum, pero que no se ha estrenado. Le pidió a sus seguidores que si querían la grabaran, pero que no la subieran a redes. Hasta ahí se sintió la complicidad entre Vanesa y su público.
El recorrido musical siguió con La huella, No te pude retener, Tutú y 90 minutos. Vanesa jugó entre cantar acompañada de su banda (formada por guitarra, chelo, teclado y bajo) y también tomar la guitarra para darle todavía más color a los temas.
La interpretación cada vez se sintió más y más intensa, tanto que parecía que la cantautora sufrió en tarima cada despecho al que le cantó. Estoy segura de que muchos tuvimos la intención de subir al escenario a darle un abrazo y decirle: “Tranquila, amiga. Todo va a estar bien”.
Querida y admirada
Si algo quedó claro con este concierto es que Vanesa Martin volverá a Costa Rica a cantar muchas veces más. Su público le demostró el cariño y la admiración que le profesa y ella confirmó que aquí su música tiene un fuerte impacto.
Las y los fans (como dijimos, en su mayoría mujeres) no querían que la artista se fuera. Le dieron regalos, le dieron aplausos, le tiraron todos los besos que pudieron.
Vanesa agradeció a todos quienes la acompañaron, en especial a “Ceci y Flor”, las promotoras del show con quienes generó un vínculo especial y también a Ismael Serrano, su colega español y quien fue parte del público.
Vanesa quedó con ganas de más Costa Rica. Volverá, de eso no hay duda.